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En esta última entrega, recordaremos las primeras dos reglas: Justificar la necesidad de invitar a un socio potencial al negocio; y Considerar empatía en filosofía y valores; ahora concluiremos con la regla Tres sobre el acuerdo de la política de dividendos. Esta última parte es relevante ya que es el motivo principal de iniciar o emprender un negocio, la obtención de un beneficio por la inversión económica o de conocimiento por parte de los accionistas.
La política de dividendos se refiere al plan de acción determinada por los propios accionistas en el tema de distribución de los beneficios. Al definir la política de dividendos, se debe buscar un equilibrio entre la cantidad que se distribuirá entre los accionistas y lo que se retendrá para la empresa; al final del día, también funciona como una de las fuentes de financiación para la empresa. La política de dividendos también se puede referir a la frecuencia, cantidad y motivos para distribuir las utilidades. El conflicto comenzará al momento de definir la Misión y la Visión de la empresa. La Misión compromete a la empresa en la inversión que se hará de manera constante para poder mantener el Valor que se entregará al mercado; aquí podemos hablar de tecnología, capacitación y desarrollo para colaboradores, así como su nivel de sueldos, etc. La Visión compromete a la empresa en la inversión que se hará para lograr cumplir los objetivos establecidos y con ello alcanzar la Visión planteada; aquí hablamos de inversión de sucursales, nuevas unidades de negocios, tecnología y contratación futura de personal, proveedores e inventarios, etc. La Misión y la Visión implica revisar la política de dividendos, en especial el tema de lo que se determinará reinvertir para esos fines. Si los accionistas tienen distintas necesidades financieras y percepciones propias en cuanto a las expectativas en cuanto a sus derechos de beneficios, es muy probable la constante discusión y conflicto para poder llegar a acuerdos. Es claro que, al invitar a un socio al negocio, se le debe explicar muy claramente la expectativa que se tiene en cuanto al tema de la repartición de los beneficios, aclarar las prioridades de inversión requeridas para la empresa y la paciencia que requerirán los socios para sus dividendos. Como conclusión general al tema de cómo invitar a un socio, se observa que es un tema delicado y demanda seriedad en su análisis y toma de decisión. El objetivo de las tres reglas es tener un marco de referencia que ayude a esta decisión, donde la comunicación asertiva será relevante para darle mayor claridad al invitado, y evitar futuras sorpresas y conflictos. Mi deseo de compartir estas reglas, que a su vez las aprendí de un mentor, es para que ustedes no pasen por la misma experiencia que yo pasé, la cual resultó en altos costos financieros, de estrés personal y familiar, y por supuesto profesional. Recuerden que, en los casos de un emprendimiento, la invitación de un socio es el paso inicial para iniciar operaciones, y ésta decisión decidirá de manera inmediata el éxito o fracaso del emprendimiento.
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Sergio OteroSoy consultor, emprendedor, profe y cinéfilo, y además FPS Gamer Archives
February 2022
CategoriesSergio Otero Flores
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